miércoles, 19 de octubre de 2011


Luego de haberte perdido en una conversación pueril
No tengo planes ocultos ni metas propuestas,
Ni siquiera por eso vuelves
Ya no es difícil transitar por la dimensión de tu ausencia
la soledad a veces se compadece, y es amable
Me ha dejado observar el atardecer en tus ojos
y recuperar la esperanza del alba en otros verdes
Me deja observar la luz del sol en una sonrisa blanca
y el viento cálido en un susurro al oído
Aunque aun los caminos conducen a roma necesariamente
No obstante, puedo hablar de versos, de orgasmos, de sonrisas y hasta de demonios y fantasmas
Sin suspirarte.
Aunque el suspiro varíe, se disfrace, se ría y sea inconstante ya no es tuyo
y qué bien se siente saber que puedes perseguir la luz independiente de que duela no me obligarás a buscarla
Hoy ya estoy lista para escuchar tus sentencias
Para saber que cuentas secretos de los dos
Y para saber que ni un verso merecí

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